martes, 10 de marzo de 2009

Peregrinación anual de Pentecostés Chartres-París (del 30 de mayo al 1 de junio)



He colocado al margen los datos principales de la multitudinaria peregrinación que, como todos los años, prepara la HSSPX con ocasión de la fiesta de Pentecostés, este año con el lema "Tras la ruta de San Pablo".






El año pasado acudí a esta peregrinación por primera vez y he de reconocer que, aunque es dura (105 kilómetros en tres días) se trata de una experiencia única, muy espiritual y que cuenta, además, con una organización impresionante. Hay que tener en cuenta que en ella toman parte muchas miles de personas (7.000 el pasado año, lo que supone una logística y unos campamentos de dimensiones gigantescas).
Recuerdo que cuando los peregrinos españoles llegamos a Chartres -en total éramos una treintena- nos alojamos la mayoría en la casa de una familia de... ¡¡¡falangistas franceses!!! Y cuando se enteraron de que yo era falangista la verdad es que se pusieron muy contentos (nuestra habitación estaba decorada con carteles de FE-JONS).

Allí, con una enorme bandera falangista colgando de la fachada de la casa, también me enseñaron un cuadro original de José Antonio -posiblemente de los que más me han gustado- que me pareció de una naturalidad y una serenidad magníficas. Juzgue el lector, pinche la imagen y juzgue...


Vamos, que no me gustaría perderme este año la peregrinación.

12 comentarios:

  1. ¿¿¿Una peregrinación en camisa azul???

    ResponderEliminar
  2. Oye, pues yo llevaba puesto el año pasado durante la marcha el chambergo del Grupo Nacional de Montaña de FE-JONS y no veas la de franceses que se acercaban al ver el yugo y las flechas... ¡¡¡y me decían arriba España!!!

    Cosas veredes, amigo Sancho.

    ResponderEliminar
  3. Le cuento la parte donde los curas con ojo de águila veían una diminuta insignia de yugo y flechas, gritaban: "¡Arriba España!" "¡José Antonio! ¡presente!"

    ResponderEliminar
  4. Sí, claro, unos cuantos carlistas también fueron, e incluso a la Misa del último día asistió Don Sixto de Borbón. Yo, que soy bastante tradicionalista pero nada carlista, reconozco que no puedo entender la reverencia que les provocan sus pretendientes (lo siento, las monarquías me parecen todas anacrónicas), pero vamos, yo respeto a todo el mundo.

    A fin de cuentas todos tenemos nuestras manías...

    ResponderEliminar
  5. Es curioso. La Teología denomina Rey a la perfección, por antonomasia, del que gobierna sobre todos y es garantía de unidad. En fin,aparte de manías, supongo que la Monarquía de Cristo no le parezca un anacronismo. Entiendo que hay que distinguir entre monarquía en sentido lato y monarquía como forma de gobierno, uno sobre todos, el cual no puede ser un anacronismo ya que es una abstracción filosófica, como lo es la aristocracia y la república. Más que manías son preferencias legítimas, parece un tanto incordioso pero es bueno distinguir entre un prejucio del sentimiento, la manía, y un juicio racional, la fundada preferencia.

    Gracias por sus amables respuestas y USANE.

    ResponderEliminar
  6. Estimado Fernando Lizcano: evidentemente, cuando califico de anacrónicas a las monarquías me refiero a las formas monárquicas de gobierno, no a la Realeza Social de Nuestro Señor Señor Jesucristo.

    Santo Tomás, el teólogo por excelencia, en su "Opúsculo sobre el gobierno de los prícipes" tiene un párrafo muy ilustrativo sobre las diferencias y conveniencias de los gobiernos monárquicos y los republicanos, y aunque de memoria no voy a poder citarle textualmente, él explica muy bien por qué considera que la República es la forma de gobierno humano más perfecta y por qué esa perfección se encuentra con graves inconvenientes prácticos que hacen más conveniente la forma monárquica. Entre esos inconvenientes están los de la poca cultura de la gente como para asumir sus responsabilidades, que me parece la objección más seria, y otras algo menos importantes (como las referencias a los condicionamientos climáticos, por ejemplo).

    Claro, como él considera que los inconvenientes republicanos aconsejan el gobierno monárquico, pasa a desarrollar y defender cómo ha de ser éste y cómo debe ser el príncipe cristiano, pero no olvidemos que él no habla precisamente mal del gobierno republicano como principio...

    Y yo en el siglo XXI, con la complejidad de la sociedad actual, lo siento pero veo imposible una monarquía tradicional (la única con sentido, como muy bien explicaba José Antonio, porque las monarquías liberales y "democráticas" actuales simplemente no hay por dónde cogerlas...).

    Y las posibilidades de desarrollar un sistema republicano de democracia orgánica, con unas personas en general mucho más educadas que las del siglo XIII, ciertamente hace que muchos de los inconvenientes que veía Santo Tomás (al menos los más importantes) hoy no existan o sean mínimos.

    Afortunadamente la forma monárquica de gobierno humano no es dogma de fe...

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  7. Tampoco es dogma de fe la forma republicana de gobierno, como algunos falangistas ha pretendido hacer creer muchas veces.

    ResponderEliminar
  8. Tampoco, por supuesto, aunque no conozco a ningún falangista que lo considere dogma de fe. Parte importante del falangismo sí, pero eso es otra cosa.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  9. Brigante, no sé si la forma republicana de gobierno (que habría que definir primero qué es)es un dogma para los falangistas, pero lo que sí es un "dogma falangista" es el rechazo a la monarquía hereditaria.

    ResponderEliminar
  10. Carlistas fuimos unos cuantos bastantes, un grupete bastante majo diría yo ;)

    Fdo: Un carlista que estuvo allí.

    ResponderEliminar
  11. Sí, sí, por supuesto. No lo he negado en nigún momento. No diría que "unos cuantos bastantes" porque ni siquiera el grupo en total era demasiado numeroso (no pasábamos de la treintena de españoles en el momento en que éramos más, y si no recuerdo mal propiamente carlistas seríais unos 10 o así).

    Pero bueno, no es cuestión de números ni de nada, fue para todos una gran experiencia religiosa -que es de lo que se trataba- y si acaso nos sirvió a más de uno -al menos a mí- para comprender un poco mejor -y de paso respetar un poco más- otras sesibilidades políticas, aunque uno siga sin compartirlas.

    Por cierto, "Anónimo", ¿nos veremos también este año? Yo al menos querría repetir (aún no sé si podré).

    ResponderEliminar