sábado, 24 de julio de 2010

La mosca Paul

Lo reconozco: he tenido muchas dudas entre poner esta imagen en mi blog o no ponerla. La he visto por ahí en Internet y creo que refleja muy bien la realidad política de la España actual y lo que sienten millones de españoles. Es una de esas imágenes que valen por mil palabras, que lo dicen todo con sólo echarle un vistazo. No es mi etilo, desde luego. Es incluso desagradable y seguramente la terminaré quitado del blog, pero es que no he podido resistirme...



sábado, 17 de julio de 2010

Propuestas de soluciones a los problemas de la Iglesia que denuncia la HSSPX

Según parece, los debates doctrinales entre las autoridades del Vaticano y la Hermandad Sacerdotal San Pio X se desarrollan normalmente según el calendario previsto, previéndose su finalización para la primavera de 2011. No obstante, los resultados hasta ahora parecen ser bastante decepcionantes, ya que la aparente simpatía de los comisionados romanos por los planteamientos de la HSSPX (que se mantienen simplemente dentro de los planteamientos del Magisterio tradicional de la Iglesia) no se concretan en un debate profundo que intente encontrar soluciones satisfactorias por su parte (obviamente Roma preferiría un acuerdo meramente práctico, es decir, una regularización jurídica de la HSSPX sin tener que entrar en estas cuestiones doctrinales que son el verdadero problema). De tal forma que el debate de cada cuestión se desarrolla de la siguiente manera: se plantea un problema, la HSSPX expone la doctrina del Magisterio tradicional en contraposición a las afirmaciones ambiguas o erróneas de las últimas décadas y finalmente la Comisión vaticana las estudia y responde en la reunión conjunta. Estas sesiones están siendo grabadas en vídeo para que quede constancia de las mismas, pero al parecer la profundidad teológica de las respuestas vaticanas está siendo un tanto decepcionante, y no por ser respuestas necesariamente negativas en sí mismas -que al parecer en buena medida también-, sino principalmente porque se esperaba una mayor altura intelectual en las mismas.

En cualquier caso, en Roma está aumentando el número y prestigio de quienes intentan poner fin a los problemas planteados y puestos en evidencia -que no generados- por Ms. Lefebvre y su HSSPX. Reproduzco una noticia relacionada precisamente con el más inteligente y serio de los últimos que se conocen (publicado en DICI):

El juicio de Mons. Brunero Gherardini sobre el Debate Teológico entre la Tradición y el Concilio Vaticano II

En la edición de Mayo de 2010 de Courrier de Rome (n°333), el profesor Paolo Pasqualucci propone un esclarecedor comentario sobre el estudio de Mons. Brunero Gherardini, que aparecio en la revista teológica Divinitas, bajo el título Quod et tradidi vobis – La tradizione vita e giovinezza della Chiesa (Quod et tradidi vobis. La Tradición, vida y juventud de la Iglesia), estudio reimpreso por Casa Mariana Editrice.

Mons. Gherardini quien es autor de El Vaticano II: Un debate por abrir, el cual apareció en francés anteriormente este año, presenta en Quod et tradidi vobis un muy pertinente análisis del debate teológico entre la Tradición y el Concilio Vaticano II. Aquí el largo extracto que puede encontrarse en Courrier de Rome, que propone una lista de 9 puntos de tropiezo; a la cual hemos añadido los tres parágrafos siguientes, en donde Mons, Gherardini no duda en hacer un juicio personal muy explícito.

“En mi esfuerzo por establecer una síntesis de las posiciones defendidas por el Obispo Lefebvre a favor de la Tradición, y sin pretender tratar exhaustivamente el asunto, me parece que el conflicto se establece como sigue:

1. Una formación sacerdotal que encuentra sus principios en la Tradición eclesiástica y en los valores supernaturales de la divina Revelación, confrontando una formación sacerdotal abierta al horizonte fluctuante de una cultura en perpetuo devenir.

2. Una liturgia que ciertamente tiene un fuerte punto en la Misa llamada tradicional, enfrentando una liturgia [la de la Misa Novus Ordo] antropocéntrica y sociológica, en la cual lo colectivo prevalece sobre el valor de lo individual, la oración ignora el aspecto latréutico, la asamblea se convierte en actor principal y Dios cede su lugar al hombre.

3. Una libertad que hace depender su “liberación” en el Decálogo, de los mandamientos de la Iglesia, de las obligaciones del deber de estado, y del deber saber, amar y servir a Dios, frente a una libertad que pone en nivel de igualdad los cultos, pasa en silencio acerca de la ley de Dios, deja libre al individuo y la sociedad en el campo ético y religioso, y deja a la sola conciencia la solución de todos los problemas.

4. Una teología que saca sus contenidos de fuentes específicas (la Revelación, el Magisterio, la Patrística, la Liturgia), frente a una teología que abre sus puertas, día tras día, a las emergencias culturales del momento, incluso a aquellas que claramente contradicen las fuentes recién mencionadas.

5.Una soteriología (nota del editor: el estudio de la obra de la salvación) íntimamente ligada a la persona y a la obra redentora del Verbo Encarnado, a la acción del Espíritu Santo, unida a la aplicación de los méritos del Redentor, a la intervención sacramental de la Iglesia y a la cooperación de los bautizados, frente a una soteriología que considera la unidad del género humano como consecuencia de la encarnación del Verbo, en quien (cf GS 22) cada hombre encuentra su propia identificación.

6. Una eclesiología que identifica la Iglesia con el cuerpo Místico de Cristo y reconoce en Su presencia sacramental el secreto vital de la existencia y acción eclesiástica, frente a una eclesiología que considera la Iglesia Católica como un componente entre otros de la Iglesia de Cristo, y que, en esta fantasmal Iglesia de Cristo, adormece el espíritu misionero, dialoga pero no evangeliza, y sobre todo renuncia al proselitismo como si se tratara de un pecado mortal.

7. Un Misa-Sacrificio expiatorio, que celebra los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, representando sacramentalmente la redención satisfactoria, frente a una Misa en la cual el sacerdote es sólo un presidente y cada uno toma una parte “activa” en el sacramento, gracias al hecho de que la Fe no se funda ya en Dios que se revela, sino que es una respuesta existencial hecha a Dios que nos interpela.

8. Un Magisterio conciente de tener el cargo de guardar el sagrado depósito de la Revelación divina con el deber de interpretar y transmitirlo a las futuras generaciones, frente a un Magisterio papal que, lejos de sentirse ser la voz de la Iglesia enseñante, sujeta a la Iglesia misma al colegio de obispos, dotado con los mismos derechos y deberes del Romano Pontífice.

9. Una religiosidad que realiza la vocación común al servicio de Dios y, por amor a El, de los hermanos en la humanidad, frente a una religiosidad que revierte este órden natural, hace del hombre el centro y, por lo menos en la práctica si no en la teoría, sustituye a Dios .

“De cuanto precede, uno puede fácilmente deducir cómo la Fraternidad de San Pío X entiende la Tradición. En efecto, la Tradición es todo lo contrario de aquello que la Fraternidad niega y a lo que se opone. Directamente o entre líneas, la Fraternidad rehusa las innovaciones de los documentos del Concilio y sus aplicaciones postconciliares, y se opone al salvaje uso que ha sido tan casualmente hecho de ellos.

“Es cierto que en los escritos de la Fraternidad de San Pío X el concepto de Tradición no es a menudo explicado, y no lo encontramos sistemáticamente desarrollado. Pero lo que se entiende, tal como se conjetura, nunca permanece en la sombra. En la base de todo está “la fe de siempre” para cuya salvaguardia nació la Fraternidad. ‘Salvaguardia’ indica una oposición a una cosa presente o posible, a favor de su contrario o de su reemplazo. La “fe de siempre” es el valor que Mons. Lefebvre quizo salvaguardar, un valor que está siendo reemplazado por todos los atenuantes, reinterpretaciones, reducciones y negaciones de los tiempos conciliares y postconciliares. Esta “fe de siempre” es el eco fuerte y claro de la enseñanza agustiniana resumida en las palabras de San Vicente de Lerins: : “Quod semper, quod ubique, quod ab omnibus creditum est” (San Vicente de Lerins, Commonitorium, c. 23). La institución misma de la Fraternidad, junto con su finalidad primera que es la formación sacerdotal, obedece a este ideal y al compromiso por salvaguardarlo. Salvaguardar la fe y combatir el error.

“No entro en los detalles de las relaciones y de las dificultades entre la Santa Sede y la Fraternidad de san Pío X. Me quedo en el tema común de la Tradición y observo que “salvaguardar la fe y combatir el error” debería ser el ideal y el compromiso tanto de la Iglesia como de sus hijos. A la luz de ello, es difícil para mi entender cómo el reproche de una “incompleta y contradictoria Tradición” formulada por Juan Pablo II en 1982 (Motu Proprio Ecclesia Dei, 2 de Julio de 1988), podría tener un fundamento real. Lo que yo entiendo es que él no tiene nada que ver con el «espíritu de Asís»” (Mons. Gherardini, Quod et tradidi vobis – La tradizione vita e giovinezza della Chiesa, Ed. Casa Mariana Editrice, pp. 241-244).

( DICI n°218, Julio 10, 2010)

martes, 13 de julio de 2010

El verdadero sentido del ecumenismo o la maravillosa historia de una conversión


http://santaiglesiamilitante.blogspot.com/2010/07/pastor-luterano-ordenado-sacerdote.html


Pastor luterano ordenado sacerdote tradicionalista

De pastor luterano a sacerdote católico, sin caer en el modernismo: verdadero ecumenismo en una historia de vida que vale la pena leer.

Sten Sandmark fue pastor de la iglesia luterana sueca. “Iglesia” que tiene desde una mujer lesbiana como “obispo” hasta un reconocimiento de los “matrimonios homosexuales” (por no hablar del divorcio: un obispo va por su tercer “matrimonio”).

El pastor se da cuenta de que esa caricatura de iglesia no puede ser la verdadera fe.

Entonces se convierte y tiene una entrevista con el obispo católico de Estocolmo, Mons. Arborelius…

Con este obispo, con los ritos que ve celebrar y con la doctrina que oye predicar… llega a la conclusión que es inútil, según sus palabras, dejar el luteranismo oficial para encontrarlo, como tal, desde una perspectiva con diferente nombre, al otro lado. Sigue, entonces, siendo pastor.

Un día, sin embargo, la Fraternidad Sacerdotal San Pío X organiza una misión en ese país, donde el catolicismo no llega al 1%. El pastor, particularmente intrigado, asistió a la ceremonia. Estamos en el año 2005.

La Santa Misa de siempre lo conmueve hasta las lágrimas. Comprende la verdadera Fe expresada en aquella celebración, y decide convertirse.

Vuelve a pedir consejo a Mons. Arborelius, pero este se burla de él diciendo que ahora la Misa a la que asistió sobrevive sólo entre pequeños grupos de fundamentalistas.

Pero esta vez el pastor ya no se desanimó: por fin encontró la verdadera Fe.

Y así un año más tarde, en julio de 2006, en la iglesia de San Nicolás de Chardonnet, realiza un acto que la Iglesia oficial no requiere más: la formal, solemne y pública retractación del luteranismo y la profesión de la fe católica.

En un templo abarrotado por más de 1.000 personas, a continuación del salmo Miserere, llega el momento del levantamiento de la excomunión (en la que había incurrido como herético), la administración de la Confirmación y el canto solemne del Credo.

Así, el ex pastor entra en el seminario para convertirse en un sacerdote católico.
El deseo de Sten Sandmark se ha realizado el pasado 26 de junio en el seminario internacional de la FSSPX en Zaitzkofen, Alemania, con su ordenación sacerdotal.