En los últimos días han sucedido varias noticias relacionadas con la persecución ideológica y el totalitarismo que se vive en la España presuntamente democrática de hoy.
Una ha sido la condena a dos años y seis meses de prisión a Juan Antonio Llopart, el responsable de Ediciones Nueva República. Reconozco que son muchas mis discrepancias políticas con el señor Llopart -a quien no conozco personalmente-, pero no puedo dejar de valorar su magnífica labor editando buenos libros falangistas que nadie hubiera editado nunca. También ha editado otros cuyo contenido está muy lejos del Nacionalsindicalismo, e incluso algunos me producen verdadero rechazo. Pero de ahí a prohibir su edición y distribución, para terminar condenando al editor con tamaña pena de prisión... Sinceramente, ni en la peor de las dictaduras se ven estas cosas. ¿Cómo no voy a mostrar públicamente mi solidaridad con Juan Antonio Llopart? ¿Acaso ha editado o distribuido algún libro que haga apología del terrorismo o de algún otro delito real y no meramente ideológico? Si estoy equivocado no dudaré en rectificar mis palabras, pero realmente de todo lo que le he visto editar y distribuir -incluidos libros de temáticas ideológicas e históricas que me disgustan profundamente- no puede decirse que sea precisamente un delincuente. ¿A cuantos delincuentes de verdad les caen penas de prisión como esta? Incluso muchos terroristas salen de los juzgados con penas mucho menores. Es simplemente un disparate, y la condena a Juan Antonio Llopart de hoy es la antesala de la condena que a otros nos tocará mañana simplemente por defender nuestras ideas políticamente incorrectas. Cuando las barbas de tu vecino veas pelar...
La otra ha sido el veto al homenaje público al escritor Agustín de Foxá en Sevilla. Y todo porque según el Ayuntamiento hispalense (la Delegación de Participación Ciudadana) tal homenaje supondría una "apología del fascismo"... Sí, sí, como lo oyen. ¡¡¡Y ellos son precisamente los que acusan a los demás de ser fascistas!!! ¿Y cómo se llama a quien impide un homenaje cultural a un escritor de esa altura literaria simplemente porque era falangista -que no fascista-? Bueno, rectifico: no son fascistas, sino algo aún peor; son estalinistas de la peor calaña. Agustín de Foxá nunca fue fascista, y yo tampoco soy fascista, pero en cualquier caso una cosa está clara: el fascismo no llegó nunca a los extremos violentos y totalitarios del estalinismo y de sus herederos políticos actuales. Y eso es lo que son estos nuevos censores.
A lo mejor lo que realmente les duele es que Agustín de Foxá les retratara tan magistralmente en su magnífica novela "Madrid de corte a checa". De obligada lectura, por cierto. Aprovechemos a comprarla y leerla ahora, antes de que la policía del pensamiento "democrático" la censure y nos condenen a prisión por ello...
En fin, ya se sabe que vivimos en "democracia y libertad"...
En líneas generales estoy de acuerdo con lo que dices. Sin embargo, te recomiendo que le eches un vistazo a la sentencia que se puede encontrar en Internet. De entre los párrafos que entresaca la acusación hay algunos verdaderamente rídículos, que no entrañan nada delictivo. Algunos incluso son suscribibles. Pero hay otros que sí son verderamente repugnantes y, si no son delictivos, deberían serlo en un estado nacionalsindicalista, al menos tal como yo lo concibo. No sé si estos párrafos que menciono pertenecen a obras editadas o simplemente distribuídas (más bien esto último), pero en cualquier son inaceptables. Por ello, estando acuerdo con tu opinión, advierto: ¡cuidado con la basura que alguno quiere colar como "libertad de expresión"!
ResponderEliminarDos hechos vergonzosos.
ResponderEliminar¡Llopart libertad!
¡Editar libros no es delito!
¡Ninguna lectura es mala a la luz de la crítica!
Lo peor es que estos estalinistas son a los que se les llena la boca hablando de libertad y les gusta decir aquello de "prohibido prohibir".
Bueno, yo ya dije desde el principio que no comparto muchas de las ideas del señor Llopart, pero hay que diferenciar entre opiniones no compartidas -incluso que me puedan producir verdadero rechazo-, y delito. Es probable que algunos de los libros que distribuye ENR no sean admisibles políticamente, pero salvo que atenten contra la dignidad de las personas o de la Patria, creo que no debe condenarse a nadie por ello. ¿Y por distribuir "El manifiesto comunista", por ejemplo? ¿Ha de prohibirse la venta y distribución del primer largometraje de la historia del cine, "El nacimiento de una nación", por su repugnante contenido racista y pro KKK? ¿Tal vez "Intoilerancia", del mismo director? ¿O ese documental técnicamente tan innovador y magnífico como es "El triunfo de la voluntad"? ¿Tal vez películas como "El Acorazado Potenkin", "Octubre" o "La huelga"?
ResponderEliminarY sólo he mencionado algunas obras maestras que defienden posturas políticas y/o morales que me producen rechazo e incluso me repugnan, pero ¿cómo puede negarse su valor técnico, artístico o histórico? ¿Deben prohibirse y debe encarcelarse a quien las venda o distribuya?
Pues lo mismo con los libros... Con ciertos límites que debe haber, por supuesto, pero mucho cuidado con caer en posturas de estilo "talibán". a mí desde luego eso no me gusta, y que se actúe así en un sistema presuntamente democrático...
A mí esto me preocupa, lo reconozco.
Brigante, ¿puedes poner el enlace de la sentencia para que lo leamos? Es que lo estoy buscando en internet y no lo encuentro. Gracias.
ResponderEliminarEstoy persuadido que la condena de Juan Antonio Llopart responde al fin de acallar las voces disidentes al Sistema.
ResponderEliminarUna decisión ciertamente desproporcionada y, lo que es más significativo, incoherente a los principios proclamados por el propio Sistema que le condena.
¿No se proclama la libertad de expresión como inviolable?. ¿En base a qué principio estima este Sistema condenable una opinión?. ¿Acaso no se afirma que toda opinión es homónima?. ¿Acaso no niega el Sistema la existencia de la verdad?. Si la verdad no existe, ¿qué argumento alega para condenar cualquier opinión?.
Siendo, como es, que el Sistema niega la verdad, viene a proclamar el valor homónimo de toda opinión (y de toda acción). En consecuencia, desde el Sistema, cualquier represión a la opinión (o la acción) no es más que mera expresión de arbitrariedad, de despotismo. Simple y llana tiranía.
No así para los que, como es el caso, afirmamos la libertad referenciada al orden de la verdad. (“No hay libertad, sino dentro de un orden”)
La libertad no puede ser coartada para el desmán. No puede parapetarse en el burladero de la libertad quien atenta de cualquier manera contra la dignidad o la vida del individuo o la integridad de la Patria o contra la libertad y la justicia.
Quien tal pretenda debe ser reprimido con medios adecuados y proporcionales a los medios empleados, a los fines perseguidos y a los daños causados.
Cuando el medio empleado sea la comunicación de ideas que conculquen valores superiores que reclaman su defensa, con carácter preferente al derecho de comunicación, las acciones deben atender a la finalidad de evitar su publicación o retirarla si tal publicación se ha llevado a efecto. Salvo que se incurra en apología del delito, la represión de la opinión no debe conllevar otra sanción más que la de evitar su publicación y la correspondiente multa económica que compense el gasto público en que se haya incurrido en la acción policial.
¿Hablo de censura?. Sí, ciertamente. Una censura, no arbitraria (como lo es cualquier censura ejercida por un Sistema que abdica de toda fe); sino una censura recta informada por la verdad y al servicio de la verdad.
Jorge, en primer lugar mucho ánimo, aunque a veces nos hagan reír las elucubraciones mentales de algunos, nunca es agradable la comparecencia en una causa injusta.
ResponderEliminarEn segundo lugar, con respecto a ENR y Llopart, no nos equivoquemos. No se trata de juzgar según nuestro modelo, sino según el modelo democrático. Si hay libros prohibidos que no se pueden editar o distribuir lo justo es que la autoridad que lo prohibe haga el "Index" correspondiente. Pero no, en lugar de eso se penalizan subjetividades de difícil demostración, con lo que a la ley se le puede dar la vuelta como un calcetín según convenga al inquisidor. Así, hay libertad de expresión, pero sólo subjetivamente, y esto no es más que hipocresía y torcer el Derecho. Si la democracia que vende tan bien sus libertades y derechos colgara un "Index", se le levantaría su careta. La actuación contra ENR y Llopart son injustas, porque se les ha situado en la indefensión absoluta. Se han creído unos derechos y libertades que sólo corresponden a un modelo: el que dictamina el poder.
P.D.: Desde luego que mi opinión personal sería prohibir el "Manifiesto Comunista", "El Capital" y "El Mito del Siglo XX"; pero yo no engaño, yo no soy demócrata, mi modelo es autoritario, censor y prohibicionista para todo aquello que daña la moral y las costumbres. Moral bien objetiva, por cierto.
Bueno Fernando, la diferencia es que tú eres coherente y los lacayos del Sistema no lo son.
ResponderEliminarUn saludo.
Hispanorrevolucionario, te iba a poner el enlace a la sentencia, pero parece ser que este blog, ignoro por qué extraña razón, no permite pegar enlaces ni textos.
ResponderEliminarAHORA SI:
http://www.elpais.com/elpaismedia/ultimahora/media/200910/08/espana/20091008elpepunac_2_Pes_PDF.pdf
Evidentemente, no hablo del Manifiesto Comunista, del Mein Kampf o del Mito del Siglo XX. Hablo de cosas mucho peores. Por ejemplo, de cochambrosas apologías del asesinato de razas enteras o de deficientes mentales, o de tratar los negros como animales. No todo lo que se pone en negro sobre blanco se ha de considerar literatura y, por tanto, algo a proteger.
Por otra parte, ya metidos en harina, he de decir que no veo mucha coherencia en quien proclama esa libertad de expresión y al mismo tiempo tiene censura previa en los comentarios de su blog. ¿Se pide para el sistema lo que uno no es capaz de llevar a cabo en el espacio reducido -y por tanto más manejable- de su blog?
Gracias Brigante, ya he leido por encima la parte correspondiente a LLopart (de la pg 124 a la 180 o 190).
ResponderEliminarAlguna (pocas) de las numerosas citas por las que es acusado son de los libros "José Antonio,fascista" o "Las JONS revolucionarias".
No se puede (en mi opinión) condenar un libro en el que salen a la luz frases históricas sobre el tema tratado. Por ejemplo, una frase racista en el libro de las JONS revolucionarias dicha por algun jonsista en su día (una frase "rara avis" en el nacional sindicalismo, pero es una de las que hay en la sentencia). Si esas frases están ahí y son históricas ¿que haces? ¿las quitas?no. Corresponde al juicio del lector saber separar el grano de la paja.
En cuanto a lo que dices, Lizcaino de la Rosa, de que eres partidario de censurar libros como El Capital, El Manifiesto Comunista, Mi lucha, El mito del siglo XX, etc; yo no soy partidario de ello. Yo pienso que es mejor que estén disponibles y se puedan vender. Hasta José Antonio leyó El Capital. ¿Que malo tiene leerlos? ¿No podemos ver cual era el pensamiento de aquellos dirigentes políticos por mucho que pueda ser aberrante en algunos puntos?
No creo que sea bueno desde el punto de vista histórico prohibir libros de Leon Degrelle, Mao Tse Tung, Niezsche, Bakunin, Rosenberg, Santiago Carrillo, Oswald Mosley, Sabino Arana o cualquier otro personaje histórico aunque sea de poca importancia.
Juzgable puede ser ya según mi opinión en un Estado Nacional Sindicalista (con una ley que lo dijera claramente) la difusión de ideas racistas, separatistas antiespañolas, abortistas y genocidas de cualquier colectivo por parte de nuevos autores (nunca de personajes históricos). Pero nunca prohibir la publicación, revisión e investigación histórica sobre estos temas (como en algunos paises que prohiben el revisionismo sobre el Holocausto).
¿No se si me explico o no?
Es como dice Jorge, castigar la apología del terrorismo, no la difusión de libros de texto en los que se exprese ideología de personajes históricos.
Ya comenté que había cosas absurdas. Por ejemplo, ese párrafo que dices de las JONS y otros muchos. Además, es absurdo condenar por poner una simple cita. Si yo digo "Hitler dice: bla bla bla" no implica que lo esté suscribiendo. Es algo de pura lógica. De otra forma, deberían prohibir también los libros que hablan sobre el holocausto, pues imagino que reproducirán frases malisimas de los nazis. Todo esto da a entender que los de lo acusación, además de malvados, son imbéciles. Pero que los de la acusación sean malvados e imbéciles no impide que, efectivamente, de entre los párrafos que citan haya cosas muy cuestionables y que yo entiendo que no tienen defensa alguna, ni por libertad de expresión ni leches.
ResponderEliminarOFF-TOPIC: ¿por qué no se puede copiar ni pegar en este blog?
Vamos a ver un momento. Yo no he metido el Mein Kampf en esta guerra, entre otras cosas porque ni siquiera la Iglesia lo puso en el Index, no voy yo a ser más papista que el papa. He nombrado tres títulos execrables a modo de ejemplo (lista enunciativa no exhaustiva), para mí y el Index. Y en esto no busco coincidencias. Acato lo que hay según la conciencia religiosa.
ResponderEliminarYo me ciño al sistema que tenemos que lo que proclama no lo cumple y eso es hipocresía, engaño, mentira y por tanto destruye la caridad y la justicia. Y me sigo ciñendo a que esa sentencia, la de Llopart, es injusta. Como injusto fue el juicio de Nuremberg. Porque no se puede proclamar una cosa y hacer la contraria. Precisamente lo que ha dicho Jorge, yo soy coherente, los lacayos del sistema no.
Perdona, Fernando, mi respuesta no iba dirigida hacia ti, sino a Hispanorrevolucionario. Comprendo perfectamente tu punto de vista y de hecho lo comparto. Lo del Mein Kampf lo puse como ejemplo. Lo que quería remarcar es que, pese a las estupideces que reclama la acusación, dentro de ese sumario hay citas de panfletillos auténticamente demenciales, antiguos y actuales. El Mein Kampf, evidentemente, juega en otra liga. No creo que el Mein Kampf deba ser prohibido, ni en este Estado democrático ni en el hipotético mío.
ResponderEliminarRespondiendo a Hispanorrevolucionario, no entiendo por qué sí le parece bien que se castigue la apología del terrorismo. Amigo, en algunos de esos libros hay apologías bastante peores que esa del terrorismo. Por ejemplo, hay reediciones del Der Stürmer de Julius Streicher, que cayó en desgracia de los propios nazis por su violencia antisemita. Y no son reediciones hechas en plan de documentación histórica, que serían admisibles, sino en plan apologético, con prólogos apologéticos.
Efectivamente, Brigante.
ResponderEliminarPues, Brigante, nos hemos cruzado, yo también respondía a Hispanorevolucionario. Pero, como se suele decir, de "buen rollo".
ResponderEliminarSi me perdonáis yo creo que seguimos mirando desde el punto de vista de cada uno. Nos metemos en la misma pecera del sistema. El tema es que las ideas de genocidio caen siempre sobre un mismo lado, y eso no es objetivo. Admitamos que la sentencia lleva razón. Por esa misma razón, y por tocarnos más de cerca, el PSOE, el PCE, la CNT, etc. deberían considerarse como genocidas, ya que, eliminaron sitemáticamente a los españoles católicos. Por esa misma razón, todos los que promueven el aborto o hacen apología, o difunden (no necesariamente en los mass media, ¡pero ellos sí lo hacen en los mass media! con lo que sería agravante según esta sentencia) ideas abortistas deben ser enjuiciados y encarcelados porque:
1.- Eliminan sistemáticamente a un grupo humano: el embrión (cigoto, huevo, etc.)
2.- Violentan la paz social: hay miles de personas que se sienten violentadas por estos hechos, y no son precisamente minorías, sino mayorías.
3.- Y no confundamos, apoyándonos en el texto de la sentencia, negar no es banalizar. Los abortistas, con una Sra. Ministra a la cabeza, no niegan que el embrión sea un ser vivo, sino que lo rebajan a una cosa que ni siquiera es humana. Vamos igualito que se aplica a las etnias agredidas y vilipendiadas.
Y eso, por ejemplo, en el caos del aborto. ¿Y de los etarras? Son también genocidas. Atacan a un grupo sistemáticamente: el militar. ¿Y sus apologetas? Nunca se ha condenado a nadie por apología del terrorismo etarra. ¿Y del separatismo catalán?
Aunque particularmente algunos libros y prológos nos produzcan escozor, eso no quita para que objetivamente se haya cometido un atropello, aunque sea por agravio comparativo. Como se sule decir: O jugamos todos o rompemos la baraja.
Estoy asombrado, luego de leer la sentencia. Se trata de la consagración del delito de opinión y de imprenta. Incluso del delito de cita y reproducción. COn ella como jurisprudencia consagrada se podría atacar a la Iglesia si enseña a San Pablo, y a cualquier profesor de filosofía, religión o historia que estorbase, al nuevo Pamiat europeo, aunque no subscribiese las ideas de los autores que enseñe. (Supongo que sólo siendo musulmán se pondría a salvo; entonces no hay c.).
ResponderEliminarBau es incapaz de hacer daño a una mosca. La amenaza política o subversiva que con Llopart y sus libros, de laguno confiscan ¡4 ejemplares!, pueden representar me da la risa.O pena.
El peligro estaría en que recibieran el dinero para hacer cine y libertad de distribución como Amenabar o Tarantino.
Que duerman tranquilos esos jueces. Los sonrojantes juegos de cargos y rol del CEI, SS y demás son de risa, pero no amenazan a nadie. Lo que es una amenaza es que si por una imposible carambola mandaran éstos, esos ilmas. señorías firmarían sentencias al paso de la oca.