El próximo día 7 de junio se celebrarán elecciones al Parlamento Europeo, y como siempre unas semanas antes todos los partidos políticos están a pleno rendimiento para poder presentar las candidaturas. Estas elecciones son las más sencillas de todas para los grandes partidos, pero para los pequeños, los que no tienen representación, hay un obstáculo muy difícil de superar: recabar 15.000 firmas de ciudadanos –con sus DNI, certificado censales, etc.– ó 50 avales de cargos electos (muy difíciles de obtener cuando no se tienen en el propio partido, como es fácil de suponer).
Para los falangistas siempre ha sido complicado conseguir esos avales, y en esta ocasión la Junta Electoral Central ha exigido que vayan acompañados de certificados de los diferentes entes de pertenencia de los electos (ayuntamientos normalmente), por lo que este año ha sido doblemente complicado (cuando el Alcalde y el Secretario –que son los que firman los certificados– se enteraban del asunto, trataban de convencer al avalista para que no lo hiciera, con lo que muchos se terminaban echando para atrás…).
Estas dificultades añadidas a las ya habituales tienen, en mi opinión, un aspecto negativo y otro positivo. El negativo es, obviamente, el aspecto antidemocrático que supone el que te tengan que avalar cargos de otros partidos (que tienen la consigna de no firmar a nadie), y no porque yo presuma de ser más demócrata –en el sentido liberal-partitocrático del término– que nadie, por supuesto, pero si el Sistema presume tanto de demócrata no se entiende este tipo de trabas. Yo al menos no creo que sea razonable.
Ahora bien, reconozco que hay un aspecto positivo en la existencia de estos inconvenientes: los partidos insignificantes o, en caso de ser más grandes, dirigidos por incompetentes, se quedan fuera. Es un poco como la “ley de la selección natural”, cuando los más débiles se van quedando por el camino. Claro, obviamente esos grupitos luego tienen que justificarse ante su gente diciendo que no se presentan porque no merece la pena, o porque esa Unión Europea es una estafa, o por mil y una excusas de mal pagador que se ponen para justificar lo que tiene una justificación muy sencilla: insignificancia o incompetencia, y eso cuando no las dos cosas…
FE-JONS presentó a las pasadas Elecciones Generales candidaturas en todas y cada una de las circunscripciones, tanto al Congreso como al Senado, algo que no había pasado en toda la historia de la Falange y que muy pocos partidos políticos se pueden permitir. Hace falta mucha capacidad y organización para cubrir de candidatos toda la geografía nacional.
Nada tengo que decir de las candidaturas de otros grupos falangistas que otras veces se han presentado a las Elecciones al Parlamento Europeo y que en esta ocasión no pueden hacerlo (alguna es posible que aún se presente). Tengo por norma hablar sólo de Falange Española de las JONS, que, por cierto, ha sido de los primeros grupos políticos en presentar candidatura, y sólo quiero resaltar el hecho de que en esta ocasión es probable que haya pocas papeletas diferentes con el mismo yugo y flechas. Eso simplificará mucho las cosas cuando alguien nos pregunte, "¿cuántas falanges se presentan?" .
Estas Elecciones al Parlamento Europeo serán una nueva criba que muchos no podrán pasar y que FE-JONS ha vuelto a superar, en esta ocasión incluso con bastante más soltura –pese a todo– que en 2004, lo cual es un síntoma muy claro de cómo FE-JONS mejora día a día en operatividad y seriedad.
Según pasan los años la sopa de siglas “azules” se va simplificando más y cada grupo va quedando reducido poco a poco a su importancia real, independientemente de las falsas sensaciones que den las "actividades políticas a nivel de Internet y de foros", y estas elecciones serán un nuevo listón real -no virtual- que muchos no podrán superar, por muchas excusas que luego puedan ponerse de cara a la galería.
La selección natural es así.
Para los falangistas siempre ha sido complicado conseguir esos avales, y en esta ocasión la Junta Electoral Central ha exigido que vayan acompañados de certificados de los diferentes entes de pertenencia de los electos (ayuntamientos normalmente), por lo que este año ha sido doblemente complicado (cuando el Alcalde y el Secretario –que son los que firman los certificados– se enteraban del asunto, trataban de convencer al avalista para que no lo hiciera, con lo que muchos se terminaban echando para atrás…).
Estas dificultades añadidas a las ya habituales tienen, en mi opinión, un aspecto negativo y otro positivo. El negativo es, obviamente, el aspecto antidemocrático que supone el que te tengan que avalar cargos de otros partidos (que tienen la consigna de no firmar a nadie), y no porque yo presuma de ser más demócrata –en el sentido liberal-partitocrático del término– que nadie, por supuesto, pero si el Sistema presume tanto de demócrata no se entiende este tipo de trabas. Yo al menos no creo que sea razonable.
Ahora bien, reconozco que hay un aspecto positivo en la existencia de estos inconvenientes: los partidos insignificantes o, en caso de ser más grandes, dirigidos por incompetentes, se quedan fuera. Es un poco como la “ley de la selección natural”, cuando los más débiles se van quedando por el camino. Claro, obviamente esos grupitos luego tienen que justificarse ante su gente diciendo que no se presentan porque no merece la pena, o porque esa Unión Europea es una estafa, o por mil y una excusas de mal pagador que se ponen para justificar lo que tiene una justificación muy sencilla: insignificancia o incompetencia, y eso cuando no las dos cosas…
FE-JONS presentó a las pasadas Elecciones Generales candidaturas en todas y cada una de las circunscripciones, tanto al Congreso como al Senado, algo que no había pasado en toda la historia de la Falange y que muy pocos partidos políticos se pueden permitir. Hace falta mucha capacidad y organización para cubrir de candidatos toda la geografía nacional.
Nada tengo que decir de las candidaturas de otros grupos falangistas que otras veces se han presentado a las Elecciones al Parlamento Europeo y que en esta ocasión no pueden hacerlo (alguna es posible que aún se presente). Tengo por norma hablar sólo de Falange Española de las JONS, que, por cierto, ha sido de los primeros grupos políticos en presentar candidatura, y sólo quiero resaltar el hecho de que en esta ocasión es probable que haya pocas papeletas diferentes con el mismo yugo y flechas. Eso simplificará mucho las cosas cuando alguien nos pregunte, "¿cuántas falanges se presentan?" .
Estas Elecciones al Parlamento Europeo serán una nueva criba que muchos no podrán pasar y que FE-JONS ha vuelto a superar, en esta ocasión incluso con bastante más soltura –pese a todo– que en 2004, lo cual es un síntoma muy claro de cómo FE-JONS mejora día a día en operatividad y seriedad.
Según pasan los años la sopa de siglas “azules” se va simplificando más y cada grupo va quedando reducido poco a poco a su importancia real, independientemente de las falsas sensaciones que den las "actividades políticas a nivel de Internet y de foros", y estas elecciones serán un nuevo listón real -no virtual- que muchos no podrán superar, por muchas excusas que luego puedan ponerse de cara a la galería.
La selección natural es así.
solo presentarse, dado los cambios en los trámites necesarios, ya es una buena noticia. Enhorabuena y mi voto, desde el norte.
ResponderEliminarEnhorabuena. Sólo presentarse no es cosa fácil.
ResponderEliminarMuchas gracias. La verdad es que sí es muy complicado actualmente presentar candidatura, y más teniendo en cuenta que los avales sólo pueden pedirse desde el momento en que se convocan las elecciones, no antes, por lo que en dos semanas hay que conseguirlos.
ResponderEliminarMuchos de los que nos firmaron en un principio se echaron finalmente atrás a la hora de pedir el certificado, y eso da una idea de lo complicado del tema. Para conseguir 50 avales firmes (hemos conseguido unos 60 al final) hemos perdido decenas de "miedosos", y visitado a cientos de cargos electos de toda España.
Evidentemente eso requiere mucha más organización
de lo que puede parecer a simple vista.
Comprendo perfectamente que muchos partidos que han presentado Representante General electoral hayan renunciado finalmente al ver que no podían lograr los avales (de primera mano sé de algún caso, y aunque no me parezca honesto el negar la causa real de esa renuncia -la incapacidad para lograr los avales-, comprendo perfectamente que se haga y que se trate de poner excusas para salvar la cara en lo posible, disimulando esa incapacidad con una oposición a la UE o argumentaciones similares; ¡con lo fácil que es decir la verdad y criticar lo antidemocrático del método de los avales!).
Por esta vía de poner cada vez más obstáculos al final sólo se presentarán los 8 ó 10 partidos grandes, y eso podría en el futuro poner en apuros también a FE-JONS, pues tenemos constantemente que suplir nuestra pequeñez (incluida nuestra carencia de "liberados" que puedan dedicarse a estas cosas) con dosis extra de organización y perseverancia.
Nuevamente, muchas gracias.
Sinceramente presentarse a las elecciones al Parlamento europeo y venderlo como una victoria me parece que es una derrota del "espíritu" revolucionario que debiera caracterizar al nacionalsindicalismo.
ResponderEliminarSeamos sinceros. Presentarse a las europeas sólo puede tener una justificación: sacar dinero y dietas de representación. Porque un partido como FE de las JONS, aún teniendo "escaño", no tendría voz, y aún tenido voz, el parlamentarismo de un único componente es un fracaso.
Es cierto que es una hazaña y un éxito poder presentar una candidatura al Parlamento Europeo, pero eso no deja claro ni el fin perseguido por FE de las JONS ni la utilidad de los medios.
Si la selección natural de "lo azul" ha de pasar por los filtros parlamentarios y electoralistas (amén de los judiciales de un sistema sin Justicia), me parece que lo azul ha muerto y que "las frases de una generación --efectivamente como sentenciara Ramiro-- no sirven para la siguiente".
Bueno es mi opinión. Saludos.
¿Crees que presentarse merece la pena y que la Union Europea no es una estafa?
ResponderEliminarBueno, vamos a ver, es que la finalidad principal de una organización política es la de hacer valer sus postulados, y hoy por hoy eso sólo se puede hacer presentándose a las elecciones. Para hacer una labor más cultural o más espiritual ya hay otro tipo de asociaciones. Vamos, digo yo.
ResponderEliminarNo le veo ningún sentido a que un partido político no se presente a las elecciones por sistema.
En cuanto a lo de sacar dietas, jajajaja, se nota que no sabes cómo funciona esto de la política a nuestro nivel. Ni hay dietas, ni diputados, ni subvenciones ni nada de eso. Bueno, sí, hay algo: muchos gastos para la organización y para las personas que nos toca ir de un lado para otro a distintos actos públicos y reuniones.
La Unión Europea es una estafa y mucho más que eso, desde luego, pero la alternativa de automarginarse de la lucha política no parece demasiado inteligente creo yo. Y desde luego no se me ocurre hoy por hoy otra forma de activismo político serio y razonable.
FE-JONS ha superado una barrera que esta vez han subido bastante, y eso supone unos cuantos minutos gratuitos en televisión, papeletas electorales en toda España, etc. Algo es algo.
Otra cosa son los resultados electorales, claro, y yo con superar los 4.000 votos de hace 5 años ya me daría por contento, pues sin dinero ni capacidad de hacer mucha campaña a poco más podemos aspirar.
Yo, como José Antonio, soy candidato sin fe y sin respeto para con este Sistema, pero creo que es obligación nuestra dar la cara y hacer lo que se pueda.
FE-JONS no es una organización de tipo electoralista, desde luego, pero sería absurdo no intentar aprovechar los resquicios que ofrece el Sistema para intentar ser los aguafiestas.
Vamos, yo lo veo así...
Hombre, Jorge, lo de las dietas lo he dicho en función de si se consigue un escaño. Sin representación tengo claro que no hay dietas. Por otro lado FE-JONS se lleva presentando a elecciones desde que se implantó el sistema democrático, ¿históricamente le ha servido para algo? Esa es mi cuestión. FE-JONS tiene bagaje suficiente como hacer una lectura histórica, por eso, Jorge, me pareció pretencioso lo de la "selección natural".
ResponderEliminarEn cuanto a la labor de FE-JONS yo lo que le echo en cara no es que no haga una labor cultural o espiritual, sino que no haga revolución, ya que, renunciando a ese motor político inherente a su esencia (a no ser que ya no sea esa y sólo queden las siglas) se convierte en un partido más, pero ojo, un partido minoritario y marginal, paradoja de la que se pretende escapar aduciendo " es que es lo que hay" hoy en día, aparte que habría mucha tela que cortar en eso que históricamente FE de las JONS fuera un partido político, en sentido lato quiero decir.
Bien, es que mucha gente piensa que las campañas de los partidos minoritarios las sufraga el Estado y/o quienes ocupamos cargos políticos tenemos dietas a cargo de nuestra organización política (muchas sí las tienen).
ResponderEliminarRespecto a la participación de FE-JONS en las elecciones, hay que distinguir entre su dimensión táctica dentro de una estrategia política más general, y sus resultados prácticos. El primer aspecto es discutible: en la estrategia de toma del poder, ¿es la electoral una vía conveniente?; ¿ha de ser sólo una táctica de aprovechamiento de los recursos que ofrece el Sistema, aunque no se vea como la vía idónea?. En todo caso, lo que debe haber siempre es un criterio, y si se obvia la vía electoral será porque se tiene un "Plan B", y francamente, no se me ocurre ninguno mínimamente razonable. Yo no entiendo la Revolución Nacionalsindicalista como una algarada callejera o como un golpe de estado, como tampoco la veo como una victoria electoral. Cualquiera de estos medios los determina la situación sociopolítica del momento, y la Revolución Nacionalsindicalista es la transformación final de las estructuras políticas y económicas del Sistema liberal-capitalista por una sociedad tradicional en lo social y sindicalista en lo económico.
Ahora bien, estamos en 2009 y es preciso estar presente en la vida política nacional de alguna manera, y la opción de desaparecer y encerrarnos en nuestro mundo no me parece una opción razonable. Eso nos marginaría aún más y terminaríamos como los grupos carlistas, que por mucho respeto que me merezcan lo cierto es que han optado por la vía de la extinción política definitiva (lo razonoable es siempre optar por la vía del aprovechamiento de los resquicios del Sistema o por su derribo, y cuando no se opta por lo primero es porque se apuesta por lo segundo, lo que requiere una capacidad que no se tiene hoy por hoy).
FE-JONS ha tenido algunos éxitos electorales notables en algunas ciudades, con varias decenas de concejales y hasta 3 alcaldes a principios de los años 90. El fracaso histórico se debe a elementos internos: en los años 70 y principios de los 80 la Falange estaba inmersa en estúpidos debates sobre el franquismo, la unidad, etc., lo que evitó que se centrara en la política del día a día. Y la crisis de mediados de los años 90 (escisiones y demás) hizo que se perdiera toda la representación que se tenía entonces. Ahora recuperar el terreno perdido cuesta mucho...
Si para nosotros las elecciones fueran una finalidad, entonces ya no seríamos nostros mismos y nos habríamos convertido en un partido político electoralista al uso. No, para nosotros las elecciones son un medio dentro de una estrategia más general, y su finalidad es meramente instrumental y circunstancial: utilizar los resquicios que se nos ofrecen para denunciar el Sistema y ofrecernos y darnos a conocer como alternativa.
FE-JONS es un partido político, pero la Falange no. Hay que diferenciar los distintos conceptos. La Falange es un Movimiento social con diversos brazos, siendo FE-JONS el político, el SEU el estudiantil, la UNT el sindical, Milenio Azul el cultural, el Grupo Nacional de Montaña el deportivo, etc. Un Movimiento es un concepto más amplio y que abarca más cosas, y eso es lo que entendemos por "la Falange" en sentido genérico.
"Estar en política de alguna manera"... Creo honestamente que la diferencia práctica entre participar en la "lucha electoral" con los medios que se tienen a fecha de hoy y "automarginarse" es nula.
ResponderEliminarDicen que José Antonio en los años 30 estaba muy preocupado en ganar escaños para la "Falange-partido", pero cuando vio el panorama de que la vaca electoral ya no daba más leche para los falangistas, se dejó de monsergas y en cuanto tuvo oportunidad participó, se adhirió o como quieras llamarlo a un golpe de mano. ¿Haría hoy la Falange-Movimiento algo parecido?
Vamos, que a lo mejor los falangistas de ahora deberían aprender esto, entre otras cosas, y, en vez de desgastarse inútilmente elección tras elección, darle prioridad a las otras "ramas" del Movimiento.
En el fondo los resultados electorales no son más que una especie de certificación pública de la insignificancia social de ciertas corrientes de pensamiento. ¿Quién os manda darle tres voces al pregonero, pudiendo evitarse?
Estoy convencido de que si hiciéramos una encuesta entre la gente que conoce la existencia jurídica y electoral de FE-JONS sobre el número de votos obtenidos por este partido en las últimas generales, una buena parte de los consultados estimaría una cifra muy superior a los trece mil y pico realmente conseguidos. Lo que quiero decir es que poca gente imaginaría hasta qué punto de verdad la Falange son cuatro gatos (con todo mi respeto y aplauso)si no existiera la prueba irrefutable de las actas electorales.
Al final "estar en política de alguna manera", "no automarginarse" y, en definitiva, entrar en un juego inventado por "ellos" y para "ellos", no sé yo hasta qué punto beneficia la imagen del falangismo o más bien le hace la puñeta.
Por cierto, cuando hablas de ciudades, no te refieres a capitales de provincia, ¿no? Es que lo parecía.
Las circunstancias históricas de la Falange de los años 30 son muy diferentes a las actuales, y José Antonio nunca rechazó la batalla electoral, pese a que ante la amenaza de la revolución marxista y del separatismo no dejara de plantear otras vías si las electorales no eran suficientes. Hoy ese tipo de alternativas carecerían del mínimo apoyo social necesario.
ResponderEliminarYo sí creo que hay una gran diferencia entre estar en política con resultados modestos e incluso pobres, como son los de FE-JONS, y directamente no estar ni para eso. Si yo no creyera que es posible ir remontando la situación ten la seguridad de que no malgastaría un minuto de mi tiempo en ello. Lo que pasa es que creo que los principales culpables de ese fracaso somos nostros mismos.
Los éxitos electorales de FE-JONS han sido siempre en ciudades pequeñas (de entre 60.000 y 10.000 personas, como Crevillente, Aranjuez, Mairena del Alcor, Los Corrales de Buelna, Miguelturra o Santoña) y en pueblos más pequeños (ahí la lista ya es más larga e incluye tres pequeñas alcaldías).
Es poco, sin duda, pero bastante más que lo que han logrado otros. Lo importante es que esos pequeños éxitos demostraban que FE-JONS sí puede participar con ciertas posibilidades cuando se lo toma en serio y plantea proyectos interesantes. Lo que pasa es que los falangistas tenemos la mala costumbre de no tomarnos lo suficientemente en serio la política, siempre dándole vueltas a cosas que sólo nos interesan a nosotros y no a la sociedad, y claro, así difícilmente pueden obtenerse resultados buenos a nivel general.
Y aún nos quedan unos cuantos años de "pedagogía interna" hasta que FE-JONS recupere el papel político que merece en España.
Ahora bien, el camino de la automarginación es simplemente un suicidio político. Mientras hay movimiento hay vida, pero cuando el cansancio te hace parar... malo. Ahí tenemos el ejemplo del carlismo, que una vez ha decidido parar y automarginarse del sistema político ha perdido toda posibilidad de volver a ocupar un papel importante en la política española. Si esa encuesta hipotética que mencionas respecto al falangismo (la gente al menos aún ve papeletas falangistas en las elecciones) la hicieras respecto al carlismo, las respuestas te aseguro que serían aún más desalentadoras. Y sin embargo en España siempre ha tenido más fuerza el carlismo que el falangismo (incluso hasta los años 80, cuando ya tenían una entidad similar). Su automarginación ha supuesto su fin definitivo, y no veo nada factible que revierta esa situación en el futuro.
Simplemetente, y aunque el sistema electoral nos perjudique y los resultados no nos acompañen, yo no veo alternativas reales. Es una carrera en la que corremos en desventaja, sí, pero es que peor aún es no correrla y desaparecer. Hay que correr e intentar mejorar progresivamente los resultados.
Yo al menos lo veo así.
Mi voto y apoyo para FE JONS estas Europeas.
ResponderEliminarSacar buen resultado es importante.
Yo intentare por conocidos y la red haber si la cosa marcha bien.
Si hay actos en relación a las Europeas que imagino que los habrá haber si nos enteramos y podemos dar apoyo.
De todas formas una preguntilla que me hago si os declarais republicanos, pero vuestro líder si no me equivoco asume totalmente la época en la que el líder era raimundo fernandez cuesta siendo entonces claramente franquista.Y siendo franco el responsable de la actual jefatura del estado y por lo tanto sistema político Pues eso que lo entiendo pero no me acaba de cuadrar del todo.
Gracias por tu apoyo, y respecto a lo de nuestro Jefe Nacional y el anterior, sólo decir que la forma de gobierno no es tan importante como el contenido, y que si bien Raimundo Fernández Cuesta fue un apoyo de Franco (lo cual siempre fue conflictivo en FE-JONS), Diego Márquez fue precisamente quien cortó de raiz cualquier rastro de franquismo en FE-JONS.
ResponderEliminarAhora, ese es otro debate que nos podría llevar demasiado tiempo y que, francamente, no creo que importe demasiado en pleno siglo XXI.
Yo defiendo una Falange ortodoxa, tradicional en lo social y revolucionaria en lo económico, pero que al mismo tiempo supere los traumas y debates estériles del pasado y viva en la realidad de la época actual. Ni Raimundo ni Franco se presentan a estas elecciones, y ninguno de ellos debería ser motivo de debate público a estas alturas.
Pues menudo artículo. ¿Para restregar a los partidos que no se han presentado que Falange de las JONS sí lo ha hecho? Pffff...
ResponderEliminarAnda que eso de que quieres que la Falange sea "tradicional" es gracioso. A ver si te aclaras. O es tradicional o es revolucionaria, pero las dos cosas a la vez, no.
Javier
Vamos a ver, ¿Javier? El artículo dice sólo lo que dice, nada más, y lo primero que hago es criticar lo antidemocrático de exigir avales para presentarse a unas elecciones "democráticas".
ResponderEliminarRespecto a lo de "Tradición" y "Revolución", comprendo que desde la ignorancia se pueda caer en la identificación simple de revolución=modernismo (cuando no marxismo), pero cualquiera que no sea sectario sabe que esa actitud respecto al concepto revolucionario falangista, si no se da más explicación (porque filosóficamente en sentido genérico y abstracto sí es una afirmación correcta), no sólo es inexacta, sino que sólo se puede defender desde esa inorancia o desde la mala fe. Vamos, que yo no soy precisamente el que tendría que aclararse...
La Revolución en la terminología tradicionalista es lo que los falangistas denominamos "espíritu moderno" y la Iglesia "modernismo". Es una filosofía, y en ese sentido nunca los falangistas nos hemos sentido revolucionarios. Nunca. Es más, somos decididos enemigos del "espíritu moderno" (lo que tú llamarias, en mi opinión erróneamente, "revolución").
La Revolución Nacionalsindicalista es revolución únicamente en el aspecto económico (anticapitalista y sindicalista), pero no en el sentido social (Patria, religión, familia, etc.). Sólo a algunos sectores especialmete radicales del carlismo (es decir, no sólo a una parte del tradicionalismo -muchos tradicionalistas, incluidos los de más prestigio intelectual, no fueron carlistas-, sino incluso a simplemente a una parte del carlismo). El problema es que esa minoría tiende a creer que no hay más tradicionalismo que el carlismo, ni más carlismo que "su" carlismo... y, claro, así al final la única ortodoxia válida es la suya personal.
Precisamente sobre ese tema de "Tradición y Revolución" escribí el primer artículo de este blog, así que -salvo que seas de los que considera que leer es perder el tiempo- te aconsejo que leas este artículo antes de hablar de lo que -por lo que se ve- desconces:
http://clamareneldesierto.blogspot.com/2009/01/la-tradicin-y-revolucin-modo-de.html
Por cierto, en contra de lo que algunos piensan, leer no es malo para la salud...
Anónimo, mil veces se ha dicho que la doctrina falangista consiste en un "tradicionalismo revolucionario". Hay que esforzarse un poco por huir de las etiquetas facilonas, ¿no crees?
ResponderEliminarFelicito a FE de las JONS (y a los camaradas que lo han hecho posible) por su presencia en las elecciones. No estar en las citas electoras es desaparecer de la vida política.
ResponderEliminarPor otra parte, como bien ha comentado Jorge, no veo otra opción (hoy por hoy) de hacer algo en política.
No se da el escenario necesario para un resultado electora positivo, desde luego. Pero se engaña quien piense que lo hay para otra alternativa cualquiera.
El triunfo de la revolución nacionalsindicalista no puede improvisarse. Reclama crear las condiciones necesarias para ello. Esto exige influir decididamente en la sociedad, en la voluntad del pueblo. Esta es una tarea a largo plazo que requiere planificación y constancia. Pero, mientras se construye ese escenario, la presencia de una organización política que sostenga la bandera y haga de banderín de enganche de los que se vayan incorporando al movimiento, es imprescindible.
Sé (porque así me lo han explicado) que existe una acertada estrategia que, con la colaboración leal de todos los que nos consideramos falangistas y si es la voluntad de Dios, dará sus frutos a medio y largo plazo.
Por supuesto, yo votaré FE de las JONS, el voto útil.
Útil, para construir una España vertebrada y solidaria.
Útil, para alcanzar la justicia social que se nos hurta.
Útil, para la libertad que nace de la afirmación de la Verdad.
Útil, para defender la vida y la dignidad del hombre.
Útil, para asegurar la preeminencia del ser humano sobre los espurios intereses materialistas.
El número de votos no importa… hoy. Hoy importa afirmar valores. Los valores que la sociedad postmoderna que nos oprime trata de suprimir a cualquier precio.