jueves, 9 de diciembre de 2010

Se abrió la ventana y entró el vendaval...


No era difícil prever las consecuencias de las confusas palabras del Santo Padre acerca del uso del preservativo. Cuando se pasa de los mensajes claros a los confusos, el abuso encuentra asideros donde justificarse, y como ejemplo tenemos estos días lo sucedido en la Diócesis de Goiás (Brasil), donde se aceptó participar en una campaña contra el Sida que incluía la promoción del preservativo en las propias dependencias religiosas...

Las protestas de los fieles contra el Obispo no se hicieron esperar, y ante ello el Rector de la Catedral -de quien, por muchas barbaridades que diga, nadie duda de su perfecta comunión con el Papa- no ha tardado en responder con contundencia: se trata de ataques de "conservadores y de ideología tridentina, contraria a las definiciones del Concilio Vaticano II" (sic) que no entienden que la Iglesia ahora defiende "en la prevención del VIH la distribución de preservativos como una forma de humanización de la sexualidad".

Como lo oyen. Y se ha quedado más ancho que largo.

Eso es lo que pasa cuando se abre alegremente una ventana: que se nos cuela el vendaval...

Quien desee leer la respuesta completa, con esas frases en su contexto, puede hacerlo en el siguiente enlace: http://radiocristiandad.wordpress.com/2010/12/09/respuesta-del-parroco-de-goias-sobre-la-decoracion-pro-preservativos/

5 comentarios:

  1. Me temo que el señor Rector, como tantos otros, ha entendido ni más ni menos que lo que ha querido. Y ese vendaval Jorge, lleva más de dos mil años colándose por las ventanas de la Iglesia. Nada nuevo bajo el sol.

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  2. Siempre ha pasado, eso es cierto, pero de la forma en como se desarrollan las cosas hoy en día creo que sólo hay un precedent claro: el del Papa Liberio, que con su ambigüedad frente al arrianismo propició muchos males. Su magisterio era confuso y permitía que los arrianos se justificaran en eso, y él no fue siempre lo firme que hubiera debido ser (bueno, censurando y excomulgando al obispo San Atanasio sí que fue bien firme...).

    Ya sé que ese Rector ha hecho norma de la anécdota, pero hasta ahora no tenía ni anécdota a la que agarrarse, y ahora sí. Esa es la diferencia.

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  3. También Lutero se agarró a un clavo ardiendo, criticando los vicios del clero. Pero no debemos ser los fieles quienes cuestionemos constantemente al Santo Padre. Creo que debemos esforzarnos siempre por sobreponer los pilares de la Iglesia, a los errores que trazamos los hombres, incluido el rector. Que por cierto, fue el único que ha puesto la anécdota y dado la nota.

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  4. Sí, pero Lutero se desvió de la sana doctrina, aunque tuviera razón en algunos de los abusos que denunció.

    Los fieles no debemos cuestionar al Santo Padre, eso es cierto, pero tal afirmación tiene un límite: la defensa de la fe. San Pablo, que no dudó en enfrentarse a San Pedro cuando creyó que la fe peligraba, lo dejó escrito: "Aunque yo mismo o un Ángel del cielo viniéramos a predicaros un Evangelio distinto al que os hemos predicado, sea anatema".

    Al Santo Padre hay que respetarle por ser el Vicario de Cristo, pero uno no debe aceptar nada que atente contra la fe dogmáticamente definida, aunque eso lo haga el Papa. Y con su afirmación sobre el preservativo la ambigüedad roza peligrosamente con el error en materia grave, y eso es necesario advertirlo precisamente para evitar que almas de buena fe puedan caer en el error y en el pecado.

    Y a la vista de la noticia arriba reproducida, tal necesidad salta a la vista...

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  5. Lo primero de todo disculpa, por si no te gusta que te respondan en temas que ya ha pasado tiempo que los colgaste.

    Pero el rosario y la meditación, me ha hecho ver que el magisterio de la iglesia que amo, cada día está más borroso, solo la vida de los santos, puede enseñarnos la verdad. Este tiempo de canonizaciones “express” y catolicismo a la carta. Necesita de una voluntad recia, comprometida en lo ordinario, y exigente con la persona. Nuestro lugar en la iglesia está en el rebaño, no porque seamos unos animales, sino porque nuestro pastor es nuestro señor, y a ÉL debemos nuestra confianza ciega ,aunque parezca que nuestros hermanos no nos aceptan. Estos tiempos son una prueba para la cristiandad, creo que nuestro padre quiere saber quienes le siguen a Él, y quienes buscan su propio interés.

    Quiero que mis hijos conozcan el catolicismo que gobierne en su intimidad. Que les hace respetar la ley natural, aunque su confianza en su pareja, les haga jugarse a vida. ¿No es a manera más bonita de morir?.¿No es lo más serio que puedes hacer en tu vida?. Y sé que como padre puedo pecar de egoísta, y estar tentado a decirle a mi hijo que use el condón para que no se muera. Pero al mismo tiempo, le estoy enseñando a banalizar la capacidad más sagrada del ser humano, traer a un nuevo ser.

    No quiero actualizaciones o parches para hacerlo más comprensible. Porque la meditación y el respeto más absoluto a la ley natural, no pueden ser sustituidos por nada.

    Saludos J.M.A.G

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