Quienes me conocen saben que odio los foros de internet y que procuro entrar en ellos lo menos posible. Incluso en el foro interno de FE-JONS procuro no entrar mucho, aunque sea el único que merece la pena.En algunos de ellos quienes se meten a opinar -casi siempre cobardes que se esconden en el anonimato- sólo buscan hacer daño a otras personas, criticar por criticar, etc., convirtiéndolos en verdaderas cloacas infectas. ¡¡¡Qué asco me producen!!!
En la mayoría de ellos todo el mundo opina de cualquier cosa, con conocimiento o sin él, y eso para personas como yo -que intentamos intervenir poco y sólo si conocemos el tema sobre el que vamos a opinar- es simplemente desesperante. Ya puedes haber dedicado horas a un tema y haberte currado un buen artículo o libro sobre el mismo, que te llega cualquier indocumentado y descalifica tu trabajo alegremente y sin necesidad de argumentar nada sólido. ¿Para qué tomarse esas molestias y estudiar a fondo el asunto para razonar y argumentar la crítica? ¡¡¡Con lo fácil que es descalificar!!!
Los foros de internet son el culmen de la democracia mal entendida y degenerada, donde todos se creen con el derecho a opinar de cualquier cosa, aunque no tengan ni idea de lo que hablan. El caso es opinar. Un foro representa el perfecto lugar del éxtasis para el hombre-masa del que hablaba Ortega y Gasset.
Creo que el grande de Clint Eastwood tenía mucha razón cuando decía en "El principiante": "Las opiniones son como los culos, todo el mudo tiene uno".
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