lunes, 22 de junio de 2009

Interesante entrevista a Monseñor Bernard Fellay


Interesantes preguntas y respuestas de la entrevista concedida por el obispo Bernard Fellay, Superior General de la Hermandad Sacerdotal de San Pío X (HSSPX/FSSPX) al diario austriaco Die Presse (Edición dominical 21 de junio 2009):

Visto en Rorate Caeli (traducción de Radio Cristiandad)

Die Presse: ¿Cómo es el diálogo entre la FSSPX y Roma, que tanta polvadera levantó en Enero?

Monseñor Bernard Fellay: Hemos planteado nuestras ideas a principios de Junio. La decisión del Papa sobre la delineación de las conversaciones se dará a conocer en los próximos días. Lo cierto es que se creará una comisión especial para el debate, con algunos teólogos romanos y con algunos de nuestros sacerdotes.

Die Presse: El otro gran escollo entre usted y Roma es el Rito Tridentino. Debido al retorno de la autorización de este rito por parte del Papa, al menos este obstáculo ha sido desactivado. ¿Es suficiente para Usted, o se espera algo más?

Monseñor Bernard Fellay: Estoy seguro de que habrá aún más en lo futuro. No de nosotros, sino de la propia Roma, cuya situación litúrgica debe mejorar. Eso está al llegar.

Die Presse: En una reconciliación con Roma, probablemente Usted necesitará hacer algún tipo de declaración de lealtad. ¿Puede Usted hacer esto, incluso si la Iglesia Católica no en todos los puntos vuelve a vestirse a sí misma con la indumentaria pre-Vaticano II?

Monseñor Bernard Fellay: Prefiero decir: si los principios católicos se clarifican, aunque no todo se haya resuelto aún, sin embargo es posible (esa reconciliación con Roma). Hay una cuestión muy práctica, que es ahora evidente y que es: ¿cómo fuimos nosotros aceptados? Hay una oposición muy fuerte. Eso es lo que está deteniendo nuestros avances. Si vemos mucha oposición, simplemente diremos: bueno, vamos a esperar todavía un poco.

Die Presse: ¿No sería prudente suspender las ordenaciones con el fin de mejorar el clima?

Monseñor Bernard Fellay: El problema sólo existe en Alemania. En Roma hay simpatía por estas ordenaciones, aunque digan que son ilegales y no acordes con el derecho canónico. Nos dijeron que estamos en una situación intermedia en la que podemos hablar en paz; una situación en la que Roma también puede observarnos. No tenemos nada en contra de eso, si Roma desea enviarnos un observador. Hemos ofrecido eso, pero tal vez no con suficiente claridad.

Die Presse: ¿Por lo tanto, no advierte Usted ningún repudio del Papa por sus actos?

Monseñor Bernard Fellay: Eso sería una interpretación errónea de estos eventos. No se trata de un acto hostil; le he escrito al Papa y le rogué que considerara estas ordenaciones no como una rebelión, sino como un paso de supervivencia en circunstancias difíciles y complejas.

Die Presse: De cualquier modo que Usted desee interpretar las ordenaciones, el Papa se ha colocado, en todo caso, en una situación desagradable.

Monseñor Bernard Fellay: Así lo entiendo también. Esta situación es muy desagradable para todos. Permítame reiterarlo: este problema proviene de las diferentes corrientes dentro de la Iglesia, que difícilmente pueden soportar la situación. Este problema puede ser resuelto en última instancia sólo por el Papa. Pero no estoy aún seguro de si alguna vez se pueda resolver.

Die Presse: ¿Qué está haciendo ahora el obispo Williamson?

Monseñor Bernard Fellay: Se encuentra en Londres. Está rezando y estudiando, nada más.

Die Presse: ¿Hay un final previsible a su exilio interior?

Monseñor Bernard Fellay: No veo ninguno. Todo el asunto depende de él.

Die Presse: Usted probablemente desearía algo así como un mayor distanciamiento de su negación del Holocausto.

Monseñor Bernard Fellay: Si aquellas declaraciones se reiteraran, resultaría insoportable.

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